Ya comenté con motivo de la pasada huelga de limpieza en el metro de Madrid cómo cada vez los sindicatos van pareciendose mas a una banda de camorristas, nos convierten a todos los ciudadanos en sus rehenes...y nunca, ¡nunca! hay alguien que ponga al menos de palabra límite a sus desmanes.
En la actual huelga de la EMT en Madrid, el pasado lunes día 14 de abril iba hacia el trabajo a eso de las 7:10 de la mañana cuando de repente en la avenida de las Trece Rosas dirección a la avenida de Daroca nos topamos con un atasco impresionante como no se conoce ni en hora punta. El semáforo se abría y salía un sólo coche, cuando lo normal es que salgan 6 u 8, una y otra vez el semáforo se abría y de nuevo un sólo coche...tras más de 20 minutos parado descubrimos que los trabajadores de la EMT, de las cocheras que estan frente al cementerio de La Almudena, haciendo uso de sus coches particulares estaban formando aquella cola y de forma divertida, sus caras eran de guasa cuando una vez que salían volvían en dirección contraria a incorporarse a la cola...cuando llegué al semáforo tenía frente a mí a un Wolskvagen gris, ya publicaré la foto y la matrícula, que era de ellos, mi mujer que conducía esquivó el coche y al pasarles les llamé CERDOS...inmediatamente los matones, perdón huelguistas, aceleraron y cruzaron el coche obligandónos a parar...el conductor se bajó rápidamente junto al valiente de su acompañante y mientras bajaba la ventanilla para reafirmarme en mi opinión el sindicalista blandío por dos veces el puño amenazándome con darme un puñetazo...detrás el compañero cobarde decía que me iban a partir la cara...No pasó nada más...arrancamos y llegamos al trabajo...veinticinco minutos tarde; en la puerta varios trabajadores de mi empresa esperaban a que les abriera la puerta...¿QUIÉN PONDRÁ LÍMITE A ESTOS DESMANES?...¡Vaya forma de reinvindicar sus derechos a costa de todos!